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Casa Dolce Casa

22 junio 2024

Hace ya cuatro años que tengo esa hermosa casa, aislada de todos, en su silencio y tranquilidad. Tengo que ser sincero… lo extraño un poco, en realidad no poco, lo extraño mucho.

Le tenía mucho cariño, nací allí, crecí allí, allí construí mi vida. Dentro de esas cuatro paredes amarillas construí a Davide, construí la persona que soy ahora. Es increíble la diferencia que una cosa “banal” puede marcar en la vida.

La diferencia la puede hacer un libro, un amigo, tu madre o tu padre. Por supuesto, obviamente ellos también me ayudaron a crecer, pero creo que ella puso su parte en ello. Cuando tienes algo importante que todos quieren, aprendes a cuidarlo. Con el tiempo se aprende a comprender su valor, no sólo económico sino también emocional. Puede parecer banal pero es como cuidar a alguien, una casa realmente significa cuidarlo y eso es lo que hacì en la mía. Construí mi lado del dormitorio según mis gustos, lo mantuve en el tiempo y cambié la distribución según mis necesidades y mi crecimiento. Con el tiempo construí un escritorio porque el estudio lo requería y también modifiqué algunos carteles característicos que solía colgar en ese trozo de pared, que consideraba intocable excepto por mí.

Todas mis pasiones, mis fotos, mis argumentos, en fin todo, ha pasado por esa pared. Realmente vio cada lado de mí. Me encontré hablando con fotografías, ese fue el momento en el que me estudié a mí mismo y traté de entender realmente quién era y en quién quería convertirme.

Ahora que esa casa ya no está, de mala gana me veo obligado a abandonarla y despedirme de una época o de los que se llaman los tiempos dorados.

Todavía recuerdo cuando un cumpleaños invité a todos mis amigos, éramos muchísimos y parecía que no cabíamos en esa casa que era verdaderamente gigantesca, estábamos en todos lados, en cada habitación hasta en el baño de la taberna. Son momentos de los que no hay que arrepentirse, recordé con tristeza, pero hay que mirarlos con orgullo y alegría sabiendo que fueron parte de mi proceso de formación de un niño que será un futuro hombre.

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